martes, 3 de diciembre de 2019
UN SUEÑO HECHO REALIDAD
No se como empezó nuestra pelea, pero si recuerdo que fue por una pavada, pero me enoje mucho, así que baje y salí corriendo de la universidad, sintiendo que vos corrías detrás de mí.
Yo en mi apuro, en lugar de correr hacia las parada de autobuses, corrí hacia el lado contrario y tu me alcanzaste a la otra cuadra, casi junto al paredón que da a los servicios de la universidad, y me agarrantes, fue allí donde forcejeamos un poco y haciendo valer tu mayor fuerza, me diste la vuelta, me pusiste contra el muro, alzándome la falda y bajándome la tanga y me metiste todo tu miembro, sintiendo en ese momento que mi enojo había desaparecido, al sentir lo rico que me estabas cogiendo amor, alcanzando un gran placer al sentir como entraba y salías de mi concha, la que te recibía dichosa de cada nueva arremetida que me dabas, tu mi amor.
En eso estaba, cuando me despierto y observo que además de estar toda mojada, tenía mi truza bajada hasta las rodillas, por lo que procedí a tomar el consolador, que me regalaras Ricardo y me le metí bien adentro de mi concha para obtener otra vez el placer, como si tú me lo dieras.
Mientras jugaba con mi consolador en mi cuevita, no podía dejar de decir, “Hay que rico me estas cogiendo Ricardo, metémela mas adentro, por favor, no la saques vida, que me falta poco, hay que ricooooooo.........”, acabando de una manera descomunal por las ganas de gozar que tenía.
Una vez que me di un ducha, y desayuné me fui camino a la universidad, reconociendo que entre el sueño que tuve y el placer que me di yo misma, me encontraba súper excitada, habiéndome vestido para salir bastante provocativa.
Ya en el bus, se puso cerca de mí un chico que empezó a mirarme, tal vez por que mi rostro y mis ropas, trasmitían lo que estaba buscando.
Sus miradas me desvestían, y al darme cuenta de esto, empecé a seguirle el juego, hasta que se puso muy cerca mí y pude sentir todo su miembro, caliente y duro, y como el camino era bastante accidentado y estrecho, el bus se movía de una manera que hacia que el pudiera apoyarse contra mí, haciendo que yo me excitara más aún.
Viendo que el bus, estaba por dejar atrás la parte céntrica, me baje y comprobé que el también lo hizo, acerándose enseguida y preguntándome si no lo acompañaría a un hotel, a lo que accedí, por lo caliente que me había puesto.
Mientras nos dirigíamos hacia una avenida cercana, en busca de un hotel para parejas, me dijo su nombre, Roberto y que le había gustado, desde que me vio en el bus, y mas porque mi ropa dejaba ver todo lo que podría disfrutar, y que también el se dirigía a la universidad para tomar clases
Conseguimos ubicar un hotel cerca y entramos, dándonos una habitación en el primer piso.
No fue más, entrar al cuarto, que me empujo sobre la cama y comenzó a desnudarse, se tiró sobre mi y comenzó a besarme toda y bajándome el cierre del pantalón, me bajo la tanga y comenzó a jugar con mi conchita, chupándola y haciendo que oleadas de placer me llegaran desde ella hasta mi cerebro, mientras que con sus dedos exploraba el interior de la misma.
A todo esto, yo lo excitaba más, al decirle, “ sigue chupando que esa concha es tuya, metéme bien adentro tu lengua que parece que tiene fuego, seguí así querido, no pares, que me vengo, y te doy mi leche, sigue, sigue, por favorrrrrrr........, papito mío, te acaboooooooo”
A continuación, me ató con su cinturón las manos al respaldo de la cama, a la vez que me desabotonaba mi blusa y me mamaba muy bien mis tetas, todo este juego me excitaba más y me dejaba hacer.
El mientras tanto y entre mamada y mamada, me decía, “ te gusta como te chupo, putita, te estas calentando bastante para cuando te entierre mi vergota en ese concha húmeda que tienes....?”
“ Si papito, estoy tan caliente que de solo tocarme la piel me haces acabar, seguí chupando y cómeme bien mis tetas y mi concha, que están deseosas de ser chupadas y mi concha quiere que la partas al medio con esa pijota enorme que tienes”, le respondí.
Procedió a quitarme totalmente el jean y la tanga y se puso sobre mí para que le chupara su verga, la que estaba dura y grande de lo caliente que estaba su dueño.
A mi me encantaba mucho chuparle su verga y lo hice también, mirando la cara que podía con cada chupada que le daba, que en poco rato se estremeció y me acabo en la boca y como rebalsó de ella, sobre mi cara y mis tetas.
Luego, abrió bien mis piernas y sentándose sobre mi, masajeó mi concha, la que estaba toda mojada, y con el clítoris cada vez mas duro, esperando ansiosa me metiera su verga adentro, pasando a continuación a chupármela como hacía mucho no me la había chupado, sintiendo escalofríos de placer cada vez que su lengua entraba y salía de ella o cuando me mordía mi botón rosado.
Yo que estaba en éxtasis, alcance a decirle: “ Que rico me comes la concha, amor, me haces sentir frió de placer y me estas haciendo acabar continuamente, chupala bien a fondo, cómetela que es toda tuya, papito lindooooo.......”
Se levanto un momentito para buscar algo y cuando regreso, sentí que me habría bien mis labios vaginales, y sentí algo frío que me había introducido en mi concha, era hielo, a su vez se paso el también hielo en su verga y a continuación, me lo metió todo helado y duro como estaba, haciéndome en un primer momento gritar de dolor y de placer, “ hay que sinvergüenza que sos, mira que frío tengo en mi concha ahora, pero que lindo lo siento, me gusta que me cojas así, dale papá, seguí metiéndola, como ahora, me gusta mucho”, y a continuación empecé a disfrutar de esa forma distinta de coger, con su enorme vergota dentro mío, la que me brindaba un placer que nunca había conocido, pidiéndole continuamente que siguiera que no me la sacara, ya que quería sentirla toda dentro mío y que me llenara la concha con todo su leche, lo que obedientemente hizo luego de unos cinco minutos de meter y sacar su pija, mientras que yo puede gozar de tres orgasmos seguidos que me dejaron desfalleciente.
Y todo este placer alcanzado en un solo día, te lo debo a ti mi adorado amigo, el que me ha hecho gozar tantas veces y tan lindo por Internet con nuestro sexo virtual, ya que gracias al sueño en el que participabas, tuve la inmensa alegría en un solo día de gozarte a ti en sueños, luego gozar nuevamente con mi consolador y posteriormente con este desconocido que me enseño son su hielo en el sexo, una nueva forma de obtener placer.
Gracias Ricardo, todo gracias a ti.
El agradecido es el autor, ya que por la gentileza de una amiga de otro país, con la que nos comunicamos por Internet, y que me hizo llegar un resumen de su sueño, he podido materializar este relato, que espero les haya gustado.
Milonguerotriste / La Señorita Misteriosa
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